miércoles, octubre 25, 2006

El Dilema del Erizo

“Un erizo quería estar más cerca de sus amigos, quería que se preocuparan por él y que lo comprendieran, pero cuanto más se acercaba a los demás, más los lastimaba.”

El dilema del erizo establece, por tanto, que cuanto más cercana sea la relación entre dos seres, más probable será que se hagan daño el uno al otro; en cambio, si se mantienen alejados, tendrán que soportar la soledad.

El concepto, que conocí a través de una serie de anime (Neon Genesis Evangelion), siempre me ha inquietado. La fábula, obra de Shopenhauer, es una metáfora de cómo la gente se lastima y es lastimada por su propia imperfección e incomprensión; nuestra naturaleza, como en el caso del erizo.

Podemos imaginar a unos erizos que, en busca de calor y compañía sufren, igual que nosotros, un encuentro traumático donde al acercarse a alguien, incluso con buenas intenciones, pueden herir y resultar heridos. La mala noticia para los pobres erizos es que el mundo es hoy como un rosal inmenso: no sólo podemos salir heridos de nuestros encuentros con las personas, sino es también la propia vida la que puede herirnos a nosotros.

Sigmund Freud usó el dilema del erizo en psicología para explicar el por qué del aislamiento. Como los erizos, ante la adversidad, podemos optar por alejarnos de todo y todos, establecer una distancia de seguridad que nos mantenga alejados de los demás, que nos proteja.

Hay gente que, sin llegar a rechazar a las personas, sí rechaza aquellas relaciones serias donde pueda llegar a exponerse. No estoy hablando por tanto de personajes inadaptados, ermitaños, solitarios; sino de gente que no se enfrenta a aquello que le pueda llegar a herir, gente que niega la realidad que le hace daño. Gente que ni da ni recibe, que exige apoyo y lealtad incondicionales; si alguien les hiere, entonces es que les ha traicionado.

Muchos, para evitar ese dolor, además, optan por convertirse en armadillos: endurecen su piel, perdiendo paulatinamente la posibilidad de sentir el calor de los demás y de compartir el suyo propio a cambio de protegerse de las espinas de aquellos a su alrededor. Son gente que confunde la dureza con la fortaleza, que cree que su armadura les hace fuertes, invulnerables, cuando en realidad les convierte en unos inválidos sentimentales. La fortaleza es afrontar los problemas, no resignarse en la aceptación de los mismos.

A lo largo de mi vida he herido y me han herido mucho y, aunque he estado tentado de ello, eso no me ha hecho aislarme. Siempre he creído en los demás; tengo mucho dentro que dar, y me queda demasiado por aprender. El aislamiento, por ser una solución fácil, sólo embrutece al que la elige, y no te da casi nada a cambio.

La vida entraña cierto riesgo, es cierto, pero debemos aprender a valorar tanto las cosas buenas como las malas que nos encontramos en ella. Debemos levantarnos después de cada golpe, no dejar de dar y recibir. Debemos abrir nuestro corazón, aunque a veces hiramos, aunque a veces nos hieran, porque si no lo hacemos, nuestro paso por este mundo habrá sido irrelevante. Y eso no es una opción.

Por cierto, en realidad los erizos no tienen ningún problema en estar cerca de los demás. Cuando están relajados, sus espinas caen hacia abajo, sin riesgo de herir a nadie. Cuando viven en grupos, a menudo duermen todos juntos...

12 comentarios:

GABI dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. De hecho, hace unos días tuve un pequeño mal entendido con un amigo en el cual le intentaba explicar las mismas cosas que cuentas tú aquí. Le dije que en la vida teníamos que abrirnos y que en realidad de eso se trata, de sentir tanto cosas buenas como malas.....porque, al fin y al cabo, es lo que significa vivir.

Alfonso dijo...

A mi este post me ha recordado muchas cosas, pero de todas ellas, me quedo con esta IMAGEN que espero que te saque una sonrisa.

Javi dijo...

En primer lugar, quiero darle la bienvenida a Gabi al blog.

Dicen que para ganar hay que arriesgar; es justo lo que dices, en la vida vendrán cosas buenas y malas, pero al igual que una vida de desgracias, una existencia edulcorada acabaría por hacernos sentir miserables, como si nos hubieran robado el derecho a vivir de verdad.

Alfonso, qué grande... ¡El Armadillo de Navidad! ¡Muchas gracias!

Anónimo dijo...

Te veo ultimamente muy zoofilo con tus posts: la hora del lobo, el dilema del erizo... Ahora estás obligado a cerrar la trilogía con algo grande javi!
Y hablando del post en si, nunca dejaré de sorprenderme con la cantidad de cosas que se pueden aprender de la tele (en este caso del anime Evangelion). Para que luego digan que todo es telebasura!

Javi dijo...

Mira, eso de los animales no lo había pensado; puede que todo haya sido estar demasiado tiempo cerca de Lopa... ¡Quién sabe!

En cuanto a lo de cerrar la trilogía, pues la verdad, aún no sé sobre qué escribiré dentro de un par de días, pero si tengo que meter un animal por medio, lo meto, qué caray.

Ah! Niños, no olvidéis que la tele es buena... tiene programas como 24, Prison Break, Supermodelo... (aunque de Supermodelo no vayan a aprender nada, las tías están muy buenas, y eso cuenta)

Albertini dijo...

Ya que se me nombra directamente aquí, sólo diré que la trilogía debería cerrarla clarísimamente el cocodrilo o el pollo.

Tú eliges.

Por cierto muy buena la metáfora del erizo

Anónimo dijo...

puedes inventarte una fabula con un cocodrilo y un pollo y tambien un mosuito cabron

Javi dijo...

A Alberto y el DJ, decirles que estoy intentando pensar en alguna historia con cocodrilos, o mosquitos, pero nada, no me viene la cosa...

Por cierto, la metáfora del erizo no es mía, sino de Shopenhauer.

Un abrazo

Anónimo dijo...

mira a ver si sopenhauer tiene una con cocodrilos....

Anónimo dijo...

hola me ha enkantado el blog he leido esto y me ha parecido increible y si para ganar hay ke arriesgar a veces bastante, el precio en la vida es muy alto :) estaba eskuchando esta kancion kuando lei el post un abrazo y bendiciones en estas fiestas...



http://es.youtube.com/watch?v=sWiJWLiSKro




PD: espero ke no te moleste ke te enlance a mi blog un beso

Anónimo dijo...

Muy buen post la verdad yo tambien recuerdo ese dilema por Evangelion que la verdad es una serie muy buena que te deja cosas buenas y que no llegamos a entender pero fuera de eso creo que por eso me encanto todo lo relacionado con la serie ya que me senti muy identificado con Shinji (incluida la parte de Kaworu) y con este dilema mucho mas despues contare mi anecdota que creo que a los demas tambien les ha pasado a los demas. Gracias por el post esta muy bueno e interesante.

Anónimo dijo...

Jamás cierres tú cotazoon yo lo aprendí al pasar varias cirugías unos estaban pocos por AMOR otros por obligación y otro por qué sólo querían ver mo final juré y prometi qué me levantarla antes de oír está fabula escuché la vida de santa rita y prometo jamás rendirme jamás cerrar y mucho menos caer sí los Erizo qué tienen espinas logran la unificación por qué. Yo no se qué puedo lo haré y lo realizaree .GRACIAS

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