Al vacío
Es en estas noches de estudio cuando dedico más tiempo, entre problema y problema, a repasar los últimos años de mi vida; de noche mi implacable subconsciente toma el control, y no tengo más remedio que escucharle.
A mitad de un diseño me ha asaltado hoy la pregunta: ¿eres feliz?... ¿has conseguido ser feliz?
Me dedico a rebuscar, como un mendigo, entre mis recuerdos; apartando recuerdos metidos en plástico, que si no cogen polvo, que hace que parezcan un montón de sándwiches envasados al vacío. Convenientemente etiquetados, los buenos recuerdos, empiezan a caer de las estanterías que comparten con los malos.
¿Por qué será que conservamos los malos recuerdos?
Pasa el tiempo, y yo sigo rebuscando: uno bueno, dos malos, tres buenos… ¡hay tanto que ordenar! Poco a poco empiezo a darme cuenta de todo lo que tengo; de que la felicidad no sólo está hecha de grandes acontecimientos, sino que éstos son sólo la cáscara, mientras la verdadera felicidad está en las cosas pequeñas, cotidianas. Y cuanto más lo pienso, más feliz me siento, y eso hace que me sienta todavía más feliz.
De repente, me doy cuenta. Puede que mi vida no sea perfecta, pero es mi vida, y soy feliz con ella.
Con una media sonrisa, vuelvo a mis apuntes. Tengo mucho por hacer.
4 comentarios:
Aquí tienes un amigo q es feliz teniéndote como amigo.
Espero qu sea recíproco.
Un abrazo campeón
Eres muy afortunado.
Vaya vaya...no me puedo creer que en mitad de tantos apuntes te pongas a pensar en temas tan existenciales. Cuando yo estudiaba lo único que veía eran las integrales de econometría y las curvas de demanda y oferta...jajajaj.
Lo que sí recuerdo son muchos viernes por la noche, cubatita en mano, con mis amigas hablando de esos temas hasta altas horas.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo me quedo con la siguiente frase (no se donde la leí): "La vida no se compone de grandes momentos sino de miles de millones de pequeños instantes".
Besos para todos!
Alberto, tontorrón, sabes de sobra que es algo recíproco... ¡que son muchos años ya!
Nineta, creo que si uno lo piensa un poco, siempre acaba encontrando razones para ser feliz... ¿no?
Gabi, el malvado poder de las modulaciones FSK es algo que el hombre nunca acabará de comprender del todo...
Cuando voy un poco bolinga siempre pido que me quiten el móvil, porque las llamadas a las 4 ó 5 de la mañana no tienen desperdicio...
Un abrazo a todos!
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