miércoles, diciembre 27, 2006

Fantasmas

En un descanso, me conecto al Messenger. Tengo quince contactos conectados, pero no hablo con ninguno de ellos. Los conozco, y aunque puede que en algún momento compartiésemos algo especial, eso ya quedó olvidado. Son recuerdos, atrezzo vital, el decorado de una función que se acabó.

Ya no son más que fantasmas.

Resulta curioso que uno pueda saber de alguien sin hablar nunca con él. Basta con leer su nick para seguir el rastro a su vida sentimental, éxitos, decepciones y tardes tristes. Por irónico que parezca, a veces podemos saber mucho más de alguien cercano observándole en silencio que hablando con él.

Dicen que los fantasmas vagan por nuestras casas cuando creen que nadie puede verles.

Sigo conectado y en silencio. De repente me doy cuenta de que yo también soy un fantasma, un punto parpadeante en el monitor de otra persona. Sonrío mientras apago el ordenador. En ese preciso instante, un punto se desvanece en casa de alguien. Ya soy invisible.

Todos somos fantasmas.

7 comentarios:

Alfonso dijo...

Ey, me ha molado el post.

Aunque el msn ha perdido fuelle, (sobretodo desde que salió la versión en la que se podía iniciar sesión como no conectado), está permitiendo saber aunque solo sea por su nik del msn, de personas de las que antes se perdía el rastro para siempre.

Ahora, todas esas personas estarán a una mensaje instantaneo de distancia por si algun dia queremos retomar la amistad.

GABI dijo...

A mi lo que más me sorprende del msg es que con personas que nunca has visto en la vida en vivo y en directo llegas a tener mucha más confianza que con amigos de toda la vida. Supongo que el saber que nunca verás a esa persona y que no te juzgará por nada te da rienda a que cuentes todo lo que llevas dentro. Normalmente ante la gente que conoces siempre te guardas algún que otro secreto.

Besos a todos!

Javi dijo...

Hola a todos!

A Alfonso, agradecerle como siempre sus comentarios. Es verdad que con la versión que te deja estar "no conectado" nos volvemos todos un poco más mirones, pero no hay que olvidar eso que has dicho: sólo estamos a un mensaje instantáneo de retomar la amistad allá donde la dejamos.

A Gabi, además de felicitarla por su blog (que llevaba un par de semanas sin visitar y cada vez está mejor), decirle que muchas veces resulta más fácil hablar con alguien si no le tienes que mirar a la cara. Recuerdo, sin ir más lejos, la primera vez que quedé con una chica que me presentaron vía messenger: después de habernos pasado un par de semanas en vela hablando por internet, cuando llegó el momento de conocernos, no pudimos evitar sentirnos súper vergonzosos... Ridículo, ¿no?

Un abrazo a todos, Feliz Navidad!

Anónimo dijo...

Yo ya había reflexionado sobre este tema varias veces. Porque me suele pasar lo mismo que a ti, de hecho ahora mismo, tengo 9 contactos conectados, y no me apetece hablar con ninguno, no son más que muñequitos verdes, que enseguida cambiaran a rojos.
También es verdad lo de que te enteras de como le va a alguien por sus nicks, y es muy triste porque no nos costaría nada preguntarle como le va la vida.
Genial el artículo Javi.
PD: Me tienes que dejar ese libro!

Javi dijo...

Me mola que haya más gente a la que le pase lo mismo. En cuanto a eso que dices de "no cuesta nada decir algo", creo que todavía es mucho más cómodo mirar en silencio.

Un abrazo, me quedan 20 páginas para acabar de matarlo, así que cuando quieras pásate a por él.

Alibaimor dijo...

Muy cierto, sí señor. En sencillas palabras has expresado un mundo.

A mí me da la impresión de que lo que muchas veces nos pasa es que da pereza decir a todo el mundo siempre lo mismo. Es decir, perder el tiempo para luego quedarnos como estábamos.

Nos hemos vuelto muy exigentes y sólo queremos hablar con la gente si va a aportarnos alguna cosa. No quedarnos con el "¿qué tal?, ¿cómo te va todo? ¿y los estudios? ¿sigues haciendo...? ¿todavía estás con...?" y poco más.

Más que nada porque son casi preguntas retóricas con respuestas "por compromiso" o desapasionadas y muchas veces no nos merece la pena.

En fin, es mi opinión, claro.

Muchos ánimos con los estudios Javi, y sigue con tu buen hacer en el 2007.

Y a todos los demás, que sigáis disfrutando de lo que todavía nos queda de fiestas. Besitos

Javi dijo...

¡Hola Nineta!

La verdad es que tienes bastante razón: cuando decides sacar a uno de tus fantasmas del olvido siempre haces las mismas preguntas, y siempre das las mismas respuestas. Entonces viene el momento en que te preguntas ¿ha servido de algo o sólo he perdido el tiempo?

Muchos ánimos a ti también con los exámenes (si los tienes, claro). Creo que estudiar en Navidades es (después de estudiar en verano) una de las peores cosas del mundo...

¡Feliz año 2007!

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