domingo, enero 21, 2007

Honor

Recuerdo que hace ocho o nueve años me regalaron por Reyes un libro sobre mitología Griega, cuyo nombre no recuerdo y que me cambió mi prima María por “El dios de las pequeñas cosas”, perdiéndolo de vista para siempre.

Muchas han sido las tardes que he perdido buscando aquel libro gordo de tapas blandas que tanto me enseñó en los recreos del colegio, pero por mucho que he buscado nunca he conseguido encontrarlo.

Llevaba mucho tiempo sin pensar en él, hasta que hoy ha vuelto a mi mente al ver el tráiler de 300”, la película que narra la Batalla de las Termópilas, y que me ha dejado completamente anonadado. A medida que pasaban los fotogramas, he sentido renacer mi vieja pasión por la historia griega, dándome cuenta de que fue algo que abandoné a medias, o que tal vez ni siquiera llegué a empezar nunca.

En esta época sin ideales, donde se nos ha dado todo hecho y se fomenta la absoluta aceptación de nuestras circunstancias vitales, vienen a mi cabeza esos guerreros que sólo luchaban por honor, y me pregunto si en esta época, con tanto hedonismo, Internet, prêt-à-porter y demás chucherías, hemos perdido nuestro honor por el camino.

Hoy en día, la gran masa ensalza a aquellos que en televisión mienten, insultan, y se traicionan. Los ídolos del siglo XXI son personajes egocéntricos y amorales, infelices e insaciables en su afán de notoriedad, que se devoran entre sí para mantener abierto el circo catódico a siete pistas.

Y pensando en ello, he llegado a la conclusión de que puede que la clave para vivir más felices esté en vivir con honor, con honradez. Como aquellos griegos sobre los que leía contra la pared del patio, cuando era pequeño.

Puede que un simple código de honor nos ayude a vivir más tranquilos.

10 comentarios:

Alfonso dijo...

Yo el honor siempre lo asocio al mundo Samurai. Recordando la peli de de Tom Cruise por ejemplo, en el nombre del honor hacen cosas increibles y fascinantes, y otras cuanto menos cuestionables.
Recuerdo también el final de Alatriste, con Viggo ahí de pie envalentonado pese a la situación.
El honor, la honestidad, el orgullo, la valentía, etc, son sin duda grandes pilares en los que apoyarse, aunque en algunos casos hay que tener cuidado para no confundir el honor con la irracionalidad.
Un abrazo

Javi dijo...

Sí, no hay que confundir honor e irracionalidad, pero creo que mantener una actitud honorable puede ser interesante para afrontar nuestro día a día con mayor seguridad, con la certeza de que estamos haciendo las cosas bien.

Álvaro dijo...

Ya te dije que el trailer de 300 te iba a molar, tenemos que ver esa peli!
El honor en nuestro mundo actual no es el mismo que en el de antes, ya no existen épicas como las de antaño, y me gustaría pensar que no ha muerto. Aunque, la verdad, es difícil verlo.
1 abrazo honorable Jota!

Javi dijo...

Es cierto, ya no existe épica como antaño, y con todos los avances tecnológicos, la guerra ha perdido su viejo romanticismo.

De todos modos, algo tan cotidiano como asistir a un examen puede ser algo épico. No es como el viaje de Jasón, pero menos es nada.

¡Un honorable abrazo!

Anónimo dijo...

No sé si echo en falta ciertos enfrentamientos por mancillamiento de honras y demás justas por honores insustanciales y, en algunos casos, vacíos de sentido.

Pero estoy totalmente de acuerdo con lo fascinante de la mitología (hablando desde el conocimiento más elemental) y sus pasiones (aunque "El dios de las peque..." tampoco es despreciable).

Yo preferiría tener ídolos utópicos y románticos a esos egocéntricos, amorales e insaciables de ambición a los que te refieres y con los que nos sentamos a la mesa cada día.

Al final, supongo que todo queda en las buenas personas y en saber valorarlas.

P.D. Ya me daréis más datos de esos "300" que no tengo ni idea de qué va la cosa (ni he podido ver el trailer).

Muchos besitos

Javi dijo...

¡Hola Nineta!

En un tiempo donde lo único que tenia un hombre era su honor, vivir de acuerdo a un código de conducta (como hacían los caballeros, o hacemos nosotros con nuestras religiones) era el modo de preservar ese honor tan preciado. Con vivir de un modo honorable, no me refiero a justas y satisfacciones de agravios, sino a tener un código, y vivir siendo coherentes con él... aunque un buen duelo, tan ceremonioso, debía valer la pena.

Con respecto a los "300", Herodoto recogió la batalla en su "Historia", si mal no recuerdo, en el libro VII u VIII, así que creo que es el mejor sitio para aprender sobre ello; de todos modos, te dejo un par de links por si estás demasiado ocupada...

Wikipedia, en español
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_las_Term%C3%B3pilas
Wikipedia, en inglés, más extenso
http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Thermopylae
En español, MundoHistoria
http://www.portalmundos.com/mundohistoria/batallas/termopilas.htm

Anónimo dijo...

Entiendo. Tal vez con un código de conducta te estés refiriendo a lo que yo llamaría un código ético y venga a ser lo mismo.

Muchas gracias por currarte los links. Es sólo curiosidad porque desconocía el tema. Y tienes razón, los veré cuando tenga un ratín amplio de ocio; aunque en realidad debería "ocuparme" mucho más de lo que estoy. Maldita falta de disciplina!!!

Javi dijo...

Sí, creo que hablamos de lo mismo...

En la respuesta me había puesto a escribir sobre la conveniencia de que cada persona desarrolle su propio código moral, un poco como postulaba Nietzsche; sin embargo, me iba a extender demasiado, y tampoco quiero aburrir a nadie con mis comidas de cabeza.

Lo de los links, ¡de nada! La verdad es que es un episodio interesante de la historia por todo lo que hay alrededor, y merece la pena saber un poco más sobre él.

Un beso!

Anónimo dijo...

ups!
todavia no he acabado de leer el comentario completo querido primo, asi que no puedo opinar, pero si decirte que el libro sigue en mi poder aunque olvidado, y que cuando usted quiera podemos efectuar un segundo cambio que problablemente caiga en un segundo olvido...y asi continuaremos en un bucle eterno que no entiende de rencores.
gracias a david por el descubrimiento de tu blog. asi podemos estar mas cerca.
besetes guapo y estudiaaaarrr!!!

Javi dijo...

¡Hola prima!

La verdad es que al principio no caía en que fueras tú, jeje, estaba algo desorientado después del examen.

Y por lo del libro, no te preocupes... simplemente lo he buscado alguna vez.

Un beso!

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